Al despertar |
Sueños de un oso polar invernando viene del nombre que mi mujer, por aquel entonces mi novia, me dio como forma de llamarme cariñosamente.
Son una ventana a los pensamientos de este oso mientras pasa el invierno muy al sur, algunas veces triste otras alegre, en su cálido hogar helado.
Algunos sueños son memorias de cuando vivía en el inmenso desierto helado, otros son de cuando el calor llegaba a mi corazón, o al menos cuando creía que vendría, son los sueños del pasado, pero que también forman parte del caminar. Los recuerdo a veces con pena, otros con nostalgia del tiempo pasado que no fue mejor, pero al fin y al cabo fue.
Mi actual caminar, alegre, feliz, cálido, ha sacado los sueños de sol brillando en un cielo azul inmenso, de abrazos de oso mientras duermo, de risas, de caricias y de miradas interminables que acaban con los ojos cerrados y los labios juntos.
No hay duda mi osito polar tiene aire romantico, sencible y cariñoso
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