jueves, 27 de octubre de 2011

Anticuento

¿Por qué anticuento? Primero porque no empieza en un lugar muy muy lejano, si no aquí, en tu país. Tampoco es hace mucho mucho tiempo, es ahora, en nuestros días. Ni la protagonista es una bella princesa, ni una mujer hermosa pero muy pobre, de hecho ni es mujer, es un hombre, un trabajador normal, ni rico ni pobre. Tampoco viene a rescatarlo y enamorarlo un príncipe, aunque más de un príncipe de nuestros días podría querer enamorarlo, no viene a rescatarlo nadie. Pero mejor dejo las explicaciones y empiezo el cuento.

jueves, 20 de octubre de 2011

Sol de verano noche de otoño

El sol se pone sobre el mar, su círculo naranja parece hundirse en el agua, el cielo y las nubes se tiñen de tonalidades naranja, roja, violeta, azul intenso, son los colores de la despedida del día. Es el último sol de verano, mañana ya es otoño. Lanzo un beso al aire, despidiéndome del verano y de ti, aunque sea sólo por ahora. Desde los 15 años todos los veranos, uno tras otro, nuestro amor ha ido creciendo a la medida que lo hacían nuestros cuerpos primero y nuestra madurez después. Verano a verano pasábamos los días más felices del año el uno junto al otro. La playa, los paseos por la orilla, las noches de magia en tus ojos, las mañanas después de la pasión, los besos interminables, las caricias acompañadas de suspiros, la música de tu risa, el tiempo que pasa rápido y vuelve a llegar el maldito otoño. La vida nos ha deparado estar lejos de otoño a primavera para luego estar juntos en verano, un tiempo de felicidad completa y otro de llamadas, charlas por messenger, videoconferencias, mails y formas de contacto sin contacto.

miércoles, 19 de octubre de 2011

Sol en un día de niebla

Por las mañanas, al despertarme, las calles de Londres me reciben con su niebla, ¡y cómo brilla el sol! Me levanto sonriendo, preparo mi café, mis tostadas, desayuno, me visto salgo a la calle, ¡y como brilla el sol! Es dificil ver a más de dos pasos, la niebla no deja ver la cara de los que se cruzan conmigo, el frío unido a la humedad calan hasta los huesos, ¡y como brilla el sol! Llego a mi trabajo, el jefe mosqueado, los compañeros cada uno a lo suyo, me queda tanto por hacer hoy que se que no lo terminaré, ¡y como brilla el sol! Al terminar mi trabajo, me dirijo a su casa, me abre la puerta, la beso,¡por ella brilla el sol!

sábado, 15 de octubre de 2011

Dos despedidas

En la noche oscura, sin luna, con las nubes tapando las estrellas, el viento meciendo las desnudas ramas de los árboles provocando un sonido chirriante de madera y crujir de las ramas más pequeñas al partirse, en un cementerio con tumbas de lápidas blancas me hayo. Frente a mi, tu tumba amor mío, lágrimas en mis mejillas, vine a despedirme de ti pero no puedo ni articular palabras.

Mi levita, negra como mi alma en estos momentos, se mece con el aire, mi sombrero de copa se perdió por el suelo, la pistola de duelo en mi mano, cargada y a punto.La parca vino a visitarte demasiado pronto, no te correspondía en este momento, no puede ser, tu juventud, tu serenidad en el rostro aún después de irte, tu increible sonrisa, tu mirada feliz.

viernes, 14 de octubre de 2011

Un viaje

Mi casco, mi moto una mochila con algo de ropa y kilómetros por delante, mi viaje empezó por un impulso, que me sacó de la cama y me hizo salir sin saber mi destino, un impulso que creció durante años, pero que sólo esa mañana me llevó a empezar el viaje. Era un deseo de conocer, de vivir, de sentir, pero que siempre obtenía de la razón la respuesta de ahora no.

Empecé diciendo, llego al País Vasco y vuelvo, pero al llegar allí decidí ir a Paris y vuelvo, luego Luxemburgo y vuelvo, Bruselas, Amsterdam, Berlín y nunca volvía, ahora me toca decidir, volver o seguir, pero se que no vuelvo. El viento en la cara, los paisajes y las personas que me he cruzado llenan mi memoria de recuerdos fantásticos, pero quiero más, sentir otros vientos, otras vistas, los olores de los campos y las montañas. Son seis meses que llevo de viaje, pero empieza el verano y me parece que es el mejor momento de llegar a Moscú.

jueves, 13 de octubre de 2011

Tu mirada

Ojalá pudiera expresar con palabras
Lo que siento al verte cada día,
Pero, ¿como contener un tornado
En sólo una simple alcancía?
¿Cómo ver las alas de un ave volando
desde tu ventana a la mía?
Amor, cariño, pasión, deseo,
Quedan sin sentido y vacías
Cuando cada célula de mi cuerpo siente
tu mirada cruzarse con la mía.

Al-Hamra

Me despierto en la luminosa mañana de Medinat Garnata, mis aposentos brillan con el sol de al-Ándalus, mi al-Hamra querida, mi hogar desde que mi Sidi Muhammad Ibn Yusuf Ibn Nazr ,al-Galib bi-llah ,llamado Ben Al-Ahmar, Allah lo tenga en su gloria, entró triunfal en ella. Entonces yo era un niño, hijo de uno de sus hombres de confianza, ahora estoy junto a su hijo, como consejero, mi Sidi Abû `Abd Allâh Muhammad ben Muhammad I, al-Faquih, que es nuestro querido sultán Muhammad II.
Cuando entramos en mi hogar, sólo era un al-Qasr, ahora es toda una medinat, de hecho se le empieza a llamar Medinat al Hamra.
El sol, que sobresale levemente por encima de la montaña indicando que el día acaba de comenzar, ilumina mi rostro y el de mi amada, dulcemente le beso en los labios para despertarla. Los sirvientes ya traen el desayuno, manakish con miel, leche fresca, te. Me visto y me dirijo al salón donde comenzaré mi trabajo junto al Sultán, mi señor.
Todos los días disfruto de mi camino entre mis aposentos y la sala donde trabajo, primero los pasillos, decorados con la inscripción de la casa Nasrí, Wa la Ghalib illa Allah, con ornamentos de nuestros mejores albanníes, telas y cortinas que aumentan su belleza. Luego paseo por el yannat al-Arif hasta, con sus olores de az-zahr en primavera y yazamin en verano.
El día pasa entre embajadas, juicios, una comida oficial, hablando de la religión y de las leyes con el Sultán, un rato de sosiego en los jardínes y un te de vez en cuando. Al llegar la noche, mi amada esposa y yo asistimos a la cena con el Sultán, su esposa favorita y algunos más de sus hombres de confianza.
En esos momentos recuerdo la niñez junto al que ahora es Sultán, pero entonces era otro niño del palacio, jugando, riendo y bromeando. Ya más mayores pasamos por la escuela, aprendiendo Al Qur'an Al Karim, leyes, al yabr del libro Kitab al-yabr wa-l-muqabala de Muhammad ibn Musa al-Jwarizmi, pero también nuestra parte favorita, el uso de al-janyar y al-sayf, además de la jineta, montar a caballo y aprender tácticas y técnicas de guerra. Ahí lo teníamos que llamar Sidi en público, pero el nos obligaba a tratarlo como uno más en privado...somos sus amigos.
Bajo la amenaza de los infieles, hemos tenido que construir al-minaes alrededor de al-Hamra, pero en nuestra infancia y juventud no existían, uniendo las casas con el bosque de alrededor.
Mi Sidi me despierta de mis recuerdos, riéndose un poco de mi despiste, seguimos conversando y cenando, al rato, él da por terminada la cena y con ello nos podemos retirar a nuestros aposentos mi amada y yo.
Una vez allí, la acerco a mis brazos y la beso, el amor nos hace unirnos y llegar al éxtasis, pues mi amada es tan parte de mi como yo mismo, nos desnudamos poco a poco, besándonos, acariciandonos, sintiendo el amor, el deseo y el placer en cada contacto piel a piel. Los perfúmenes de palacio, al ser primavera predomina el az-zahr, se mezclan con el dulce olor de mi amada, de su pelo y de su piel. El sabor de sus besos me hace besarla más y más, mientras nuestros cuerpos desnudos se entrelazan. Cuando llegamos al extasís, nos besamos y ella se queda dormida sobre mi pecho.
Poco a poco me voy quedando dormido, poco a poco, la felicidad de mi vida me hace sonreir mientras se cierran mis ojos, poco a poco mis sueños dominan mi mente.

Me despierto en la luminosa mañana de Medinat Garnata.....